"Vivo entre dos amores" o un poderoso porqué

Que hay mucho grupo que defiende repertorios mediocres es cierto. Pero hay un caso que es mucho más preocupante en nuestro Carnaval, como el que nos ocupa ahora.

La comparsa "Siete mares" cantó un pasodoble en el que relataba la difícil situación de unos piratas que se veían obligados a escoger entre sus dos amores... El resultado final, al menos sorprendente para mi el día que lo escuché por vez primera en un ensayo, me llamó poderosamente la atención. Desde entonces trato de escucharlo intentando dar respuesta a un hecho que, cada año, a los capillitas trae y lleva de cabeza: la devoción a la patrona.

Digo esto porque cada año se debate sobre lo mismo: la mucha o poca devoción que esta imagen despierta entre los almerienses, defensa o acusación que no pasaría de ser una vindicación púramente anecdótica a menos que los verdaderos intereses que escondan no sea tanto la asunción de responsabilidades como el reproche fácil.

En ese punto es en el que el pasodoble del que os hablo se revela como pieza fundamental a la hora de comenzar a buscar un porqué. Quizá lo que los decretos, los plenos y los papeles pretendan, el pueblo lo interprete a su manera... Y negarlo sería cosa de evidenciar el viejo dicho de que no hay peor sordo que el que no quiere oír.

Y, como decía al principio, está claro que hay grupos que dicen bastante poco en el Carnaval. Pero ocurre que otras veces hay mensajes de una profundidad abrumadora y, total, les hacemos el mismo caso, o sea, ninguno.

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