Sobre el escenario del Maestro Padilla se presentan estos chirigoteros con un tipo de enfermeros y médicos de la Cruz Roja en una caótica consulta en la que pacientes y personal sanitario comparten escenario. Lo hacen con letra y música de Mariano Ruíz que ha conseguido reunir un grupo de mayor entidad que en ediciones anteriores del concurso y se nota. Por cierto, es la primera vez que lo veo (o eso recuerdo) en la primera fila; si alguien recuerda algún grupo en el que ya lo haya hecho, que por favor lo comente.
Este año Luismi Gil y Raúl Redondo, con grandes chirigotas a sus espaldas, se suman a la plantilla de este hospital junto a los ya habituales de la consulta de la doctora Salivilla, como Antonio García El Nano, Zacarías Elkhoungui o Francisco Román El Marchoso; una chirigota llena de detalles muy chirigoteros (me van a perdonar ustedes la redundancia, ¿verdad?) como la calva pintada de azul de El Nano como la inconfundible cúpula del Hospital de la Virgen del Mar que por dicha bola todos conocemos en Almería como Bola Azul. Y es que esta chirigota no descuida ni un solo detalle. Por cierto, fichaje peculiar el de Antonio Cruz El Tocinicos, como figurante.
Resulta que la doctora no ve ni gota y en las recetas siempre le pone al paciente que venga a caso en otro momento. A mi juicio se trata de la parte más floja del repertorio sólo salvada por la afinación del grupo al que, si bien las bases del concurso permiten ir a una sola voz, Mariano siempre saca oro. El plato fuerte de esta chirigota son siempre su afinación y sus pasodobles, dos virtudes que este año han seguido estando presentes.
Con una música muy bonita y recortada llegan los pasodobles de estos enfermeros; una música que, por otra parte, recuerda bastante a la del año pasado y que mantiene el sello inconfundible de esta formación, de las más esperadas de la modalidad.
Con un compás de 2/4 aunque por el acento del bombo, me chiva un amigo, cuadra un 4/4, merece la pena prestar atención a la percusión de este grupo; Gabriel Ruíz con la caja y Eduardo Fernández con el bombo a contratiempo, le dan un aire peculiar al repertorio de este grupo y, en especial, a los pasodobles que son introducidos sin pito.
En el primero llegan con su nuevo tipo para curarte las penitas. Y es que cantarle a Almería en Carnaval es lo que me hace feliz. No hay medicina pa mi que me cure este veneno porque desde que nací ya llevaba en la raíz toda la magia y el embrujo del compás chirigotero. Así presentan a su chirigota: por fin llegó el momento, vámonos que vámonos, ¡ya está aquí mi chirigota!
El segundo pasodoble cuenta lo que sienten los doctores y ATS en una sala de urgencias. Es un brillante pasodoble en el que sirviéndose del tipo denuncian que es mucha es la mortalidad de pacientes que han tenido una imprudencia y la pena que da cuando ves tanto chaval morir con el cráneo roto, con lo fácil que es ponerse un casco cuando vas en la moto.
Está muy bien rematado: contundente y, ojalá, efectivo: hay muchas vidas quitadas por no llevar cinturones así que a ver si de una vez ya dejamos de contemplar puestas por las carreteras tantas coronas de flores.
Los cuplés son estupendos. En el primero, ahora que está de moda lo de Marbella y la corrupción, nos cuentan un caso poco corriente y es que a uno de la chirigota le salió una piedra en el riñón y tuvieron que llevarlo a Urgencias. Y mira si hay corrupción que pa darle el alta dijo Megino: tú deja la piedra que se deshaga pa hacerme yo un chalet en Los Pinos. En el segundo, ironizan sobre los fantasmas que hay en el Carnaval.
El estribillo evoca al nombre de la chirigota porque en esto del carnaval no se moja nadie y hay que mojarse así que con sus jeringas es lo que hacen: mojar a los del público.
El popurrí tiene cuartetas muy graciosas. Sin salirse del tipo empiezan enumerando todo lo que tienen: tengo estudios y dos carreras, tengo muchos diplomas y un master de primera. Tengo hecho Medicina y libros por un tubo... También tengo Derecho y tengo... Y tengo que empezar
que si me paso de tiempo me dan por el culo.
Cuentan también cómo va la gente a su consulta a molestarlos cuando ellos están con el cafetito o cómo reconociendo a un paciente en la consulta te puede pasar de todo, incluso dar con uno que tenga una tienda de charcutería igualita que la mía. También repasan las cosas que contiene un botiquín, arrancando las carcajadas del público. Luego parodiaron la presentación de Los Parias:
Vino Luis Rogelio a mi consulta para ver,
pa hacerse un chequeo de los pies a la cabeza.
Se había bebido unos vinitos de Jerez
y se había quejao de un dolorcillo de cabeza.
Mientras lo miraba, del tirón me aproveché
y le pregunté unas cuantas cosas de Almería.
Dijo: yo estoy limpio, hazme un chequeo, yo estoy bien...
Tú estarás mu limpio pero aquí, en la calle, hay mucha suciedad...
Suciedaeaaaaad...
Qué alegría me da encontrarme con una chirigota que desarrolla el tipo a lo largo de todo su repertorio. Sólo así se entiende que tenga sentido salir de médico o de astronauta: aplicar el tipo al repertorio y ofrecer la visión de un autor sobre diferentes temas. Por cierto, como dicen en su estribillo y en vista de que en esto del carnaval no se moja nadie y hay que mojarse yo voy a hacerlo: aquí está el primer premio en chirigotas. A ver mis dotes adivinatorias por dónde me salen.*
* Cuando escribí esta crónica (26 de enero) aún no se había celebrado la Final y, por tanto, no se conocía el veredicto del jurado por el que esta chirigota quedó en tercer lugar así que, en esta ocasión, mejor no hablar de mis dotes adivinatorias...
Este año Luismi Gil y Raúl Redondo, con grandes chirigotas a sus espaldas, se suman a la plantilla de este hospital junto a los ya habituales de la consulta de la doctora Salivilla, como Antonio García El Nano, Zacarías Elkhoungui o Francisco Román El Marchoso; una chirigota llena de detalles muy chirigoteros (me van a perdonar ustedes la redundancia, ¿verdad?) como la calva pintada de azul de El Nano como la inconfundible cúpula del Hospital de la Virgen del Mar que por dicha bola todos conocemos en Almería como Bola Azul. Y es que esta chirigota no descuida ni un solo detalle. Por cierto, fichaje peculiar el de Antonio Cruz El Tocinicos, como figurante.
Resulta que la doctora no ve ni gota y en las recetas siempre le pone al paciente que venga a caso en otro momento. A mi juicio se trata de la parte más floja del repertorio sólo salvada por la afinación del grupo al que, si bien las bases del concurso permiten ir a una sola voz, Mariano siempre saca oro. El plato fuerte de esta chirigota son siempre su afinación y sus pasodobles, dos virtudes que este año han seguido estando presentes.
Con una música muy bonita y recortada llegan los pasodobles de estos enfermeros; una música que, por otra parte, recuerda bastante a la del año pasado y que mantiene el sello inconfundible de esta formación, de las más esperadas de la modalidad.
Con un compás de 2/4 aunque por el acento del bombo, me chiva un amigo, cuadra un 4/4, merece la pena prestar atención a la percusión de este grupo; Gabriel Ruíz con la caja y Eduardo Fernández con el bombo a contratiempo, le dan un aire peculiar al repertorio de este grupo y, en especial, a los pasodobles que son introducidos sin pito.
En el primero llegan con su nuevo tipo para curarte las penitas. Y es que cantarle a Almería en Carnaval es lo que me hace feliz. No hay medicina pa mi que me cure este veneno porque desde que nací ya llevaba en la raíz toda la magia y el embrujo del compás chirigotero. Así presentan a su chirigota: por fin llegó el momento, vámonos que vámonos, ¡ya está aquí mi chirigota!
El segundo pasodoble cuenta lo que sienten los doctores y ATS en una sala de urgencias. Es un brillante pasodoble en el que sirviéndose del tipo denuncian que es mucha es la mortalidad de pacientes que han tenido una imprudencia y la pena que da cuando ves tanto chaval morir con el cráneo roto, con lo fácil que es ponerse un casco cuando vas en la moto.
Está muy bien rematado: contundente y, ojalá, efectivo: hay muchas vidas quitadas por no llevar cinturones así que a ver si de una vez ya dejamos de contemplar puestas por las carreteras tantas coronas de flores.
Los cuplés son estupendos. En el primero, ahora que está de moda lo de Marbella y la corrupción, nos cuentan un caso poco corriente y es que a uno de la chirigota le salió una piedra en el riñón y tuvieron que llevarlo a Urgencias. Y mira si hay corrupción que pa darle el alta dijo Megino: tú deja la piedra que se deshaga pa hacerme yo un chalet en Los Pinos. En el segundo, ironizan sobre los fantasmas que hay en el Carnaval.
El estribillo evoca al nombre de la chirigota porque en esto del carnaval no se moja nadie y hay que mojarse así que con sus jeringas es lo que hacen: mojar a los del público.
El popurrí tiene cuartetas muy graciosas. Sin salirse del tipo empiezan enumerando todo lo que tienen: tengo estudios y dos carreras, tengo muchos diplomas y un master de primera. Tengo hecho Medicina y libros por un tubo... También tengo Derecho y tengo... Y tengo que empezar
que si me paso de tiempo me dan por el culo.
Cuentan también cómo va la gente a su consulta a molestarlos cuando ellos están con el cafetito o cómo reconociendo a un paciente en la consulta te puede pasar de todo, incluso dar con uno que tenga una tienda de charcutería igualita que la mía. También repasan las cosas que contiene un botiquín, arrancando las carcajadas del público. Luego parodiaron la presentación de Los Parias:
Vino Luis Rogelio a mi consulta para ver,
pa hacerse un chequeo de los pies a la cabeza.
Se había bebido unos vinitos de Jerez
y se había quejao de un dolorcillo de cabeza.
Mientras lo miraba, del tirón me aproveché
y le pregunté unas cuantas cosas de Almería.
Dijo: yo estoy limpio, hazme un chequeo, yo estoy bien...
Tú estarás mu limpio pero aquí, en la calle, hay mucha suciedad...
Suciedaeaaaaad...
Qué alegría me da encontrarme con una chirigota que desarrolla el tipo a lo largo de todo su repertorio. Sólo así se entiende que tenga sentido salir de médico o de astronauta: aplicar el tipo al repertorio y ofrecer la visión de un autor sobre diferentes temas. Por cierto, como dicen en su estribillo y en vista de que en esto del carnaval no se moja nadie y hay que mojarse yo voy a hacerlo: aquí está el primer premio en chirigotas. A ver mis dotes adivinatorias por dónde me salen.*
* Cuando escribí esta crónica (26 de enero) aún no se había celebrado la Final y, por tanto, no se conocía el veredicto del jurado por el que esta chirigota quedó en tercer lugar así que, en esta ocasión, mejor no hablar de mis dotes adivinatorias...
3 comentarios:
Es k un tercero no se merecía.
Y x no hablar de lo k le hicieron con el cuarteto...
Bajo mi punto de vista Mariano es una de las mejores cosas que tiene nuestro carnaval,se lo curra muchisimo y lo vive,eso lo transmite en un escenario,es capaz de hacer reir a todo un auditorio y esa es una cualidad muy dificil pero como buen carnavalero el la tiene.
Yo hace muy poco que conoci el carnaval de mano de una gran persona LUIS FAJARDO,el fue compañero de mariano,por desgracia este año me dejo sola...por ello quiero agradecer a su compañero mariano su pasodoble recordandolo porque se que su voz llego hasta el cielo y desde alli el lo agradece.un saludo a todos
Jore ramon, no veas, vaya dotes adivinatorias ajajjaja nunca yueve a gusto de todos xo bueno es lo k ay, ste xirigota x el exo de tener este nombre nunca sera agraciado en este concurso!! un saludo campeon
Publicar un comentario