Meterse 1000 Kilómetros de carretera en un día son kilómetros como para pensárselo. Eso hicieron y decidieron que sí. Me refiero a la comparsa de Cortegana que cierra la primera parte de la sesión del sábado. Hay expectación. Luego se ve que el disfraz es un poco de aquella manera aunque a saber cómo se representa eso de lo que van: ‘la picaresca’. Cantan con cierto punto de desinhibición que se agradece, aparte de muy bien, que todo hay que decirlo.
La música de la presentación es algo obvia pero es bonita. Le cantan a Cortegana, algo que veo valiente. Bien podían hacer caído en la tentación de cambiar esas cuatro sílabas por Almería, rimara o no, que eso a veces parece que es lo de menos y buscar el aplauso pero no, se mantienen y defienden su repertorio que es a lo que han venido. ¿Lo bueno? Que el aplauso se lo han llevado igual. Y es un aplauso que desde aquí arriba suena sincero.
El primer pasodoble es un análisis de la actualidad. ‘Hoy hay una sonrisa que se dibuja en mi cara, pintura y purpurina acompañan mi disfraz’ que ‘oculta la verdad de lo que sienten mis entrañas reflejo entristecido por ver esta realidad’. Después de recorrer la triste realidad, ‘¿cómo quieres que me ría?’ Así que ‘como no sé ni encuentro otra forma de luchar, me pinto esta sonrisa y salgo aquí a cantar’. El segundo es para uno de esos tantos menores que, lamentablemente, ocupan con mayor frecuencia los banquillos en los juicios. Con esa edad suficiente para sentirse lo que no son, frecuentar los lugares que no deben y terminar siendo lo que nunca debieron. Lamentablemente, después de esa frenética carrera por la vida la Ley los ve como lo que son, unos niños. Aunque hayan asesinado. Dos buenos pasodobles, en lo personal, mejores de letra que de música.
El primer cuplé es para el Real Madrid de Florentino o, más bien, para el alcorconazo que se dio en la Copa del Rey. El segundo es otro repaso con más ‘picaresca’ que el pasodoble por la actualidad aunque pese a ello dicen tener problemas para escribir el cuplé porque este año no ha pasado nada. Al final, cómo no, aparece Belén Esteban a la que le pasa como a la batería de su móvil, que ‘le queda dos rayas’. En el popurrí, por su parte, hay una cuarteta que me gusta mucho, una especie de diálogo/pugna entre la parte seria y la pícara de la comparsa. Esta sola cuarteta justifica todo el repertorio. El grupo ha cantado sin presión y todos lo hemos agradecido. Una buena comparsa que ha entrado en la final por méritos propios. Ha gustado.
Tras redactarse esta crónica se hizo público un comunicado por parte de la dirección de la comparsa anunciando su retirada del concurso. Para leerlo pinchar aquí.
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