Llegan como soledades de risas y con ellas me presento

Todo ha comenzado. Ya lo dice no sé qué ley física: que lo que nunca acaba siempre está empezando. Como los ensayos, que con los fríos y la humedad han proliferado. Y sus soledades de risas y llantos comienzan a marcar el ritmo de una ciudad que suele desperezarse cada mañana como si sus entrañas no se dolieran de un compás antiguo.

De la mano de ese compás nace este rincón subjetivo y utópico, el de una visión heterodoxa leída, vista y oída de Almería, los almerienses y su Carnaval.

1 comentarios:

José Ramón Suárez Ortiz dijo...

Perdona que conteste tan tarde pero ni darme cuenta de que había recibido una respuesta... Una respuesta, señores... Increible... Qué ilusión... Diossss...

Ah.. por cierto, que con la emoción casi "mese" olvida: MUCHAS GRACIAS.