
El primer pasodoble narra su día a día en la residencia de manera engañosa; que parece que todo van a ser risas y cachondeo con las enfermeras pero la cosa se pone seria y la letra cambia como cambia el viento y termina siendo una amrga denuncia de tantos mayores 'olvidados' en residencias. Buen pasodoble. El segundo, por su parte, habla del terremoto de Haití y de cómo volvemos la cabeza cuando salen imágenes duras en los telediarios, cuando 'eso no es ser humanitarios porque luego predicamos dándonos golpes de pe pecho que somos solidarios'.

Yo padezco de almorranas y en los pies tengo juanetes,
también el colesterol me sube un poquito a veces,
el azúcar por las nubes y la prostata fatal.
Quitando esas cuatro cosas yo me encuentro hecho un chaval.
El popurrí es de cuando hicieron un viaje en autobús así que todo es una sucesión de cuartetas protagonizadas por hombres y mujeres (y viceversa) de una media de 70 años. Que si el conductor, que si las necesidades de los viajeros, que si el buffet libre hasta que por fin llegaron al hotel y así todo el rato, una tras otra. Chirigota con sello de la casa. Enrique Gómez pasa otro año más con buena nota la cita y se mete en la Final con una chirigota simpática y bien cantada. Decía al principio que me daba mucho miedo la idea porque me parece complicado pero respiro con alivio al finalizar un repertorio que se ha mantenido dentro de los cauces de la corrección. Algunas borderías pero el tipo y las fechas (estamos en Carnaval, al fin y al cabo) las toleran.
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