Menos los pantalones, aquí todo es verde: el nombre de la chirigota, las chaquetas, el nombre del bar y hasta ellos. Son algo bordes y les gustaría tener treinta años; además quisieran ser 'como el niño aquel en los brazos de su mamá' y se ponen a pensar 'qué no daría yo también por una buena mamá'. Por si no lo han deducido ya, van de viejos verdes, un tipo complicado que no me gustaría sacar en la vida pero a ver cómo lo resuelve esta gente; al final hablaremos.
El primer pasodoble narra su día a día en la residencia de manera engañosa; que parece que todo van a ser risas y cachondeo con las enfermeras pero la cosa se pone seria y la letra cambia como cambia el viento y termina siendo una amrga denuncia de tantos mayores 'olvidados' en residencias. Buen pasodoble. El segundo, por su parte, habla del terremoto de Haití y de cómo volvemos la cabeza cuando salen imágenes duras en los telediarios, cuando 'eso no es ser humanitarios porque luego predicamos dándonos golpes de pe pecho que somos solidarios'.
En el primer cuplé dicen que 'me entró un nosequé y un queseyó, ay, que yo qué sé, un día que me dijo hola mi vecina'. Se tiraron hacia ella que empezó a pegarle y lo ató a una farola. Cuando llamaron al alcalde para solucionarlo les dijo que no había problema y les hizo una rotonda y lo dejaron como monumento. En el segundo es para Belén Esteban, su operación y una sugerencia para su ciriujano. El estribillo me gusta mucho; es muy simpático:
Yo padezco de almorranas y en los pies tengo juanetes,
también el colesterol me sube un poquito a veces,
el azúcar por las nubes y la prostata fatal.
Quitando esas cuatro cosas yo me encuentro hecho un chaval.
El popurrí es de cuando hicieron un viaje en autobús así que todo es una sucesión de cuartetas protagonizadas por hombres y mujeres (y viceversa) de una media de 70 años. Que si el conductor, que si las necesidades de los viajeros, que si el buffet libre hasta que por fin llegaron al hotel y así todo el rato, una tras otra. Chirigota con sello de la casa. Enrique Gómez pasa otro año más con buena nota la cita y se mete en la Final con una chirigota simpática y bien cantada. Decía al principio que me daba mucho miedo la idea porque me parece complicado pero respiro con alivio al finalizar un repertorio que se ha mantenido dentro de los cauces de la corrección. Algunas borderías pero el tipo y las fechas (estamos en Carnaval, al fin y al cabo) las toleran.
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