El museo

Desde el colegio Nuestra Señora del Socorro en Pescadería llega la comparsa del Serafín. Este año presenta un tipo de figuras de un museo de cera. Y lo hace con grupo renovado al que han llegado algunos componentes de la comparsa Tiro de la manta.


Estos muñecos de cera han "venido a enamorarte y a decirte que te quiero" porque "aunque esté hecho de cera cobro vida por febrero" y como "sin verte no pudiera estar en este templo cantándole a mi tierra" le piden a Almería que "nunca me cierres la puerta".


Con una música que no me gusta, este primer pasodoble cuenta la realidad del Alzheimer en la persona de un marido que va perdiendo poco a poco a su mujer y ante la que se pregunta cómo con "tanto como trabajó pa sacar a su hijo adelante, tanto como lo besó, tanto como lo quería (...) cómo se puede olvidar esa parte de su vida" por culpa de esa "maldita enfermedad que los mata día a día".

Una enfermedad que hace que no recuerde "dónde está (...) quién soy" y que, cuando "beso su mano cuando ella me abraza y al momento no recuerda nada" pues "no recuerda su niñez, ni su plaza ni sus calles". Ante esos hechos, la "impotenia cuando ella me mira, pregunta quién soy y no puedo ayudarla" es la de todos los familiares que padecen por igual esta enfermedad, "ese mal que existe hoy en día que destruye a tantas familias".


El segundo pasodoble lo firma alguien "de todos el preferido" porque "conmigo pueden cantar todo aquello que ha ocurrido: la alegría, la maldad, la tristeza y piropillos" y por si aún "no lo sabes yo soy quien va sin estribillo". Un pasodoble dedicado al pasodoble, que va "delante del cuplé que es también amigo mío y la diferencia está en que siempre es divertido" aunque ahora sea a él al que le toque "cantar en tu paraiso".

Siempre consideré el concurso el mejor escaparate para difundir las ideas de un autor o un grupo así que ante la posibilidad evidente de poder cantar sólo una vez si no se pasa el corte, cuando escucho una letra de este estilo supongo que pocas cosas inquietarán a ese autor cuando prefiere ofrecer su visión sobre el pasodoble antes que sobre cualquiera de los muchos problemas que nos rodean...


En el primero de los cuplés, alquilan "un coche para salir de marcha con todos mis amigos que salen en la ccomparsa" pero en el Bayyana los para la Guardia Civil y dan positivo en un control aunque no saben quién va más borracho: si ellos o el Guardia civil que no se ha dado cuenta de que no es él que conduce sino que es alquilado y "el coche es de Inglaterra y tiene el voltante aquí al lado".

En el segundo cuentan que "cuando abren las puertas de este peazo museo ya entran los turistas yo muevo ni un dedo" pero un día "llegaron dos muchachos algo afeminados" y "uno le dijo al otro que era un montón de soso y yo así to parao, se pusieron delante con esa gana guasa que estaba acojonao, yo más quieto que nunca pues cualquiera se agacha" tras lo que empezaron a decir que "a estos lo que falta para que esté más mona" es "una diadema rosa en vez de esa corona y a ese traje negro le falta colorido" aunque ellos no le hacen "ni caso: yo voy muy bien de oscuro" porque "de lejos se notaba, está claro, que esa tenía el gusto en el culo".


Con el popurrí se despide esta comparsa. Tiene pinceladas que me gustan. La primera cuarteta, por ejemplo, me pacere bonita. A ver qué nos depara en el futuro este joven grupo con ganas de Carnaval.

El comentario más extendido tras la la actuación de esta comparsa es el hecho de que les hubiera perjudicado cantar con máscaras aunque yo, al menos, discrepo. Las letras se llegaron a entender sin ningún problema.

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