Sergio Quintana Galindo

Componente de la chirigota del Milla, lleva en el carnaval desde los cuatro años. Actualmente administra el blog de la chirigota del Milla donde cuelga numeroso material audiovisual del trabajo del grupo aunque, recientemente, le han robado el móvil, donde guardaba gran cantidad de información de la chirigota del año que viene, ‘Los desengañaos’. Y no he sido yo, palabra. Empezamos.








El rato que cantas en el concurso es el ‘peor’ rato que pasas en carnaval


El 15-M, los indignados… La chirigota del Milla será el año que viene ‘Los desengañaos’, ¿una suerte de indignados del carnaval?
Está claro que los indignados van a ser un tema recurrente este carnaval. Por desgracia no puedo adelantarte mucho pero hay ‘desengañaos’ que acaban indignándose. Habrá que esperar a febrero, más que nada porque si no, me la cortan (risas). De todas formas, por ahí anda un móvil con todo lo de la chirigota dentro. Quizá alguien desvele la incógnita antes (risas).

¿Trabajando duro?
Para el año que viene estamos trabajando bastante más, sí. Ayer estuvimos todo el día en la asociación donde ensayamos, haciendo cosas para el disfraz; entre semana vamos también. La semana pasada empezamos a ensayar ya cuatro días en semana, y la cosa va bastante bien, la verdad.

Es notable la evolución del grupo en todos los sentidos; el reconocimiento llegó este año con la apuesta clara de gran parte del público por ‘Odio la música’. Sin embargo, en cuanto a puestos o premios, prácticamente, el grupo sigue igual, ¿a qué crees que se debe esta descompensación por parte del jurado a la hora de evaluar vuestro trabajo?
Es verdad que hemos evolucionado pero también es ‘normal’ lo que nos pasa. Las chirigotas que ha sacado Milla son diferentes a las que siempre se han presentado al concurso y eso lo va asimilando la gente poco a poco. Luego a algunos les gusta y a otros no. También hay que tener en cuenta que estos años atrás no hemos alcanzado el nivel de afinación de las finalistas; siempre veía al grupo el más flojo a la hora de cantar aunque luego se solventara con otras cosas. Respecto al jurado no sé en qué se basara para puntuar aunque, sinceramente, da igual esa parte, porque yo me quedo con que año tras año hay más público que nos espera y eso, la verdad, sí que llena bastante.

El propio autor reconoció en una entrevista hace varios años que se había dado cuenta que durante muchos años había sacrificado el QUÉ por el CÓMO pero que no estaba dispuesto a seguir ‘ese juego’ y parece que lo está consiguiendo con las tres últimas chirigotas que ha sacado ¿Le costó mucho trabajo convencer al grupo de esta filosofía o el grupo siempre pensó así, también?
Con el disfraz de Odio la música nadie le dijo nada, así que el grupo creo que está convencido. Yo entré en ‘Espejo público’ a principios de noviembre y la idea ya estaba hecha, con el repertorio medio ensayado, y no vi a nadie decirle nada, todos estaban muy convencidos. Y estos dos años nadie le ha discutido nada. El grupo siempre ha ido adelante con todo lo que ha hecho Milla. Además, desde que entré, siempre se decía que era un grupo para pasarlo bien, que las expectativas de concurso eran nulas en cuanto a premios… Y fíjate, seguro que si alguien le discutiese algo, sabiendo cómo es Milla, se lo explicaría de tal manera que al final lo defenderías a muerte. Es un “lia lia” (risas).

Es un grupo extraño, curioso, variopinto, peculiar o quizá tú lo puedas definir mejor que yo, con gente que viene de antiguo y gente de la nueva hornada. ¿Cómo convivís gente con una visión tan amplia (en cuanto a años) del carnaval?
Lo llevamos bastante bien, todos opinamos y damos nuestra visión. Y todas son validas. Además hablamos poco de carnaval. Yo creo que lo bueno de este grupo es que somos gente que nos conocemos de siempre y somos más amigos que otra cosa. Estos cuatro años (contando ya 2012), salvo un poco cuando Que mienta si muero, no hemos tenido follones.

Como aficionado, ¿cómo ves la modalidad en la que compites?
Si te soy sincero y no nos comparamos con un carnaval al que estamos bastante acostumbrados a compararnos —cuando no deberíamos—, la veo bastante bien, año tras año aparece algún grupo nuevo y si logran aguantar el nivel subirá; no se trata de llegar y pegar, se trata de ir año tras año subiendo el nivel y con la cantidad de chirigotas que hay más las nuevas que aparecen cada año, creo que la modalidad de la chirigota ahora mismo es la más competitiva en términos de concurso. Y que conste que a mí siempre me ha tirado más la comparsa (risas).

¿Recuerdas algunas comparsas que te hayan ‘llegado’ especialmente?
Soy de Pescadería, y creo que empecé a escuchar comparsas con ‘Dando guerra’. En Almería hay dos que me encantan, una es ‘Aprendiz de poeta’ y otra es ‘Pacto de lobos’. Yo empecé a escuchar comparsas gracias al Domi, que este año, por cierto, sale en la chirigota de Raúl Redondo.

Y con esas credenciales vas y terminas en una chirigota y encima de fuera de Pescadería
(Risas). Me cuesta creerlo hasta a mí. Aunque llevaba desde los cuatro años saliendo en la chirigota de los niños de la Traíña, yo no me veía en una chirigota, lo que pasa que al año siguiente de ‘La terraza de los sueños’ Manolo Barrios quiso sacar una y empezamos a ensayar. Al final, lo que pasa, por una cosa u otra paramos los ensayos y Laura se lo contó a su hermano (Milla), luego me lo encontré una noche, me propuso ir al ensayo y ahí empezó todo.

El año de ‘Espejo público’ te echaste el grupo a la espalda, como quien dice, y llevaste casi todo el peso de la actuación ¿fue difícil lidiar con el público, al que conseguiste poner de pie y que te siguiera a todo cuanto decías?
La verdad es que sí. Mira, tío, la mitad de las cosas que decía eran improvisadas, sólo sabía que tenía que dar los premios, así que entre los nervios, la voz de camionero y que alguna gente del público no va a divertirse —que era de lo que se trataba— pues me costó. Eso sí, hubo muchísima gente que a la primera se pusieron de pie. Yo entiendo que la gente vaya a animar a un grupo pero ya que te puedes divertir también, habrá que aprovechar, ¿no? Lo mejor de todo es que hasta me llegaron a acusar en un foro de que les había puesto una pistola en la cabeza al público para que se levantara, cuando lo mas “cabrón” que dije fue algo como “venga, levantaos los de otros grupos, que luego Enrique os dará un bocadillo de mortadela”.

Vosotros, hasta ahora, lo teníais fácil con poco que hicierais, como erais un grupo nuevo, sorprendíais pero como bien dices, no se trata de llegar sino de mantenerse. ¿Asumís esa responsabilidad o es preferible sacar un repertorio sin pensar en eso?
Yo no le diría al Milla ‘esto no le va a gustar al público’, le diría ‘esto no me gusta a mí’. Más que nada porque creo que hasta ahora todo el repertorio que ha sacado nos ha gustado a todos los del grupo y ha gustado a muchísima gente. Yo he visto cantar a Edu Centeno (en que hace las entrevistas para interalmería entre bambalinas) la presentación de ‘Odio la música’, cuando la mitad del grupo ni se la sabia (risas). Si el repertorio gusta al grupo eso se transmite a la gente y hay más probabilidad de que al público le guste. Luego ya como dicen, para gustos colores. Creo que Milla se exige a si mismo sacar un repertorio a la altura de estos que ha sacado, y año tras año lo consigue desde mi punto de vista.

Ya sé que no os preocupan los premios pero ¿os preocupan los premios?
Habrá mucha gente suelta en los grupos a la que le dé igual pero, la mayoría no ensayarían tantos días si no les preocupasen los premios. ¿Que si me preocupan los premios? No me quitan el sueño, la verdad. ¿Qué si quiero ganarlos? Si me presento a un concurso en el que el rato que cantas encima de las tablas es el ‘peor’ rato que pasas en carnaval, pues sinceramente sí quiero ganarlos.

¿En todos estos años saliendo te has quedado con ganas de cantarle a algo?
Supongo que me faltarán miles de temas por cantar, y cuanto más tiempo pase, más me faltarán pues salen otras cosas distintas. De todas formas, sinceramente, quitando las injusticias y la actualidad, le hubiese querido cantar a una persona bastante importante en lo que llevo de vida y en lo que vendrá, pero su nombre me lo guardo. También me gustaría cantarle hoy un pasodoble al PP a ver si no nos hunden más (risas).

Al concurso le falta frescura en cuanto a temas; da la sensación de que se prefiere cantar a lo que ya han cantado otros antes que manifestar las propias inquietudes, cosa en la que afortunadamente no cae tu chirigota (y quien dice temas, dice tipos) ¿le ves tope a la creatividad del grupo?
La chirigota tiene la gran suerte de contar con Milla, que es un tío que se come la cabeza a más no poder. Todos los años piensas qué va a traer ahora y te trae algo que te gusta y, encima, es algo fuera de lo común. De todas formas te digo que este año la idea del tipo es de Christian. Sin el Milla esta chirigota caería en más de lo mismo, sinceramente. Hay gente que lleva muchos años saliendo en carnaval, pero todos tienen el pensamiento de chirigota típica, Milla siempre intenta ir más allá; no sé hasta cuanto le durará la creatividad a este grupo pero me da a mí que si un año Milla decide parar, la creatividad se verá bastante afectada.

Milla pasó de autor (que escribía y miraba) a autor y componente, ¿cómo es la relación con el padre de la criatura?
Es quisquilloso, pero se opina con libertad. Es quisquilloso en plan que tú quieres cambiar un “de” por un “y” y no hay manera. Claro, luego él te empieza a explicar que si cambias esto la historia cambia, lo que dices no tiene sentido y así hasta que te convence. De todas formas te puedo asegurar que se puede opinar libremente y la prueba está en este año, con ‘Odio la música’, cambiamos la presentación tres veces porque a componentes no les gustaba, hasta que trajo una que nos gustó a todos.

Como aficionado, ¿qué te parecen las decisiones del jurado?
De 0 a 10 yo le pondría un 8, más o menos. Hay algunas veces que la fastidian pero la mayoría de las veces aciertan, aunque a muchos no les guste.

Dices que actuar en las tablas del Maestro Padilla es el ‘peor’ rato de todo el carnaval, ¿qué echas en falta en el concurso que te ofrece la calle?
Creo que lo que ofrece la calle no te lo puede ofrecer el concurso. A la calle vas tranquilo, te puedes hartar de cantar, de contar chistes y vas sin nervios. Eso sí, el concurso ofrece otras cosas que en la calle no he sentido. En el concurso, como dice un pasodoble de ‘Pa gustos colores’, con el disfraz me he sentido el hombre más grande del mundo.

¿Qué te ha dado el carnaval?
Sobre todo amigos. Llevo desde los cuatro años en este mundo y, prácticamente, la mayoría de mis amigos han estado vinculados al carnaval de alguna forma; sólo recuerdo un año que me jodió, que fue un año que estuve ensayando hasta el 19 de diciembre y ese día se rompió el grupo, Ese año iba a salir con el Potito por primera vez, pero la mayoría de veces me ha dado muchas alegrías. Además, me tiene ocupado todo el año, cosa que se agradece cuando uno está parado (risas). ¡Pero lo que más me ha dado han sido resacas!

¿A quién admiras?
A Manolo Barrios, flipé cuando lo escuché por primera vez, y cuando leí lo que escribía, igual. También, cómo no, a Milla; hace comparsas, chirigotas y todo descaradamente bien.

Durante el carnaval, ¿te da tiempo a seguir el trabajo de otra gente?
Pues hay años que por desgracia hay grupos a los que ni escucho. Intento escucharlos todos en el concurso, y no es por si son mejores o no, sino porque es la única oportunidad de verlos, luego en la calle escucho a los que coinciden en sitios con nosotros. Luego hay muchos grupos, sobre todo en Pescadería, que sí tengo ocasión de ver en el Brisa o en el Cator, porque nosotros no solemos actuar entre semana (por lo menos hasta el jueves). Pero poco más.

Desde adentro, a todos nos encanta lo que presentamos pero si no salieras, si estuvieras sentado en el patio de butacas y saliera tu chirigota, ¿te gustaría?
Pues no sé qué decirte. Por lo que veo en el público desde el escenario creo que sí, porque a mí una chirigota me da igual cómo cante mientras se entienda y tenga gracia. Eso sí, creo que si yo no hubiese salido en chirigota ningún año no vería ninguna, como te he dicho me tira más la comparsa y hasta que Manolo Barrios no me propuso salir en una no empecé a interesarme por ellas.

¿Y tú, te gustarías tú? Pese a que en ‘Que muera si miento’ o en ‘Odio la música’ tu papel no ha sido tan protagonista eres de los más desenfadados del grupo
Sinceramente, el año que menos me gustaría a mí mismo habría sido el primero. No me gusta ese protagonismo, la verdad, pero alguien tenía que hacerlo y decidieron que fuera yo, así que acepté porque el Milla tampoco se quería comer ese marrón. Los demás años sí, porque no destacaba y eso me gusta. Prefiero que se hable del grupo a que se hable de mí, aunque no lo parezca. Por decirlo de alguna forma, soy bastante bipolar, en carnaval me gusta hacer el bufón pero luego hay momentos en los que soy bastante antisocial, la verdad.

Digamos que eres la cara de la chirigota...
Tantos años saliendo en Pescadería significa muchísimos amigos de allí y ya sabes quienes son los que más jalean; prácticamente me conocen todos, incluidos los que más gritan, así que para mí las caras de la chirigota son Milla, Juanjo y Juanma Fortún.

¿Al lado de quién te gustaría cantar?
Me has hecho dudar. De las personas con las que no he cantado, con mi hermano, pero para ello tendría que gustarle el carnaval. Del carnaval, al lado del Papi, que siempre ha sido uno de los que más me ha gustado cómo canta.

Eres joven aunque llevas desde muy pequeño en la fiesta y por eso quizá puedas tener una sensación de llevar mucho en esto del carnaval pero, ¿cómo te ves en el futuro?
Me veo como Bustelo (risas). No sé, estos dos años para atrás, no me apetecía ir a ensayar ningún día pero tampoco quería dejarlo, este año ya sí que voy a todos los ensayos con ganas, pero ahora no me veo ni descansando ni dejándolo ni nada. Quizá el año que el grupo deje de salir me tome uno de descanso pero, sinceramente, y conociéndome, lo dudo muchísimo.

¿Conclusión a la que yo llego? Que se ve disfrutando de la fiesta. ¿Qué se le apetece salir? Saldrá. ¿Qué se le apetece no salir? No saldrá. ¿Qué se le apetece ensayar? Ensayará. ¿Qué no se le apetece ensayar? No ensayará. Sólo faltaría que para participar de la fiesta de la libertad uno tuviera que renunciar, precisamente a serlo.

2 comentarios:

Sir dijo...

Dato curioso, me ha quitado un monton de palabras malsonantes...gracias!xD

P.D: La foto del coche me acuerdo que fue camino al malevaje con antonio "el pelusa" con un pelotazo impresionante.....

Cuando abra una entrada pondre el enlace hacia esta entrevista!

Edu Centeno dijo...

La próxima vez que Sergio utilice mi nombre en vano y sin pasar por caja para pagar los derechos correspondientes, será la última vez que lo haga. Advertido queda. Que aquí mucho "somos todos muy amigos, hay muy buen rollo y bla bla blá", pero aún no le he visto nunca teniendo un detallico o diciendo: "voy a presentarle a mi amiga, que está muy buena y le pega". ¡Anda a la porra, hombre!