La chirigota de Gádor regresa tras un año sabático. Un grupo con un sello inconfundible que logra mantener pese a venir con la práctica totalidad del grupo renovado. Cambia hasta la dirección del mismo, a cargo de Alex Hernández y hasta cambia el autor de la música de los pasodobles, de la que es autor Manolo Barrios. Pese a todo, como digo, Gádor sigue sonando a Gádor, para bien y para mal.
Este año vienen de robots. El incoveniente de que otros concursos empiecen antes que el de Almería es que como salga tu tipo, aquí ya llevas esa cruz. Y este año han salido unos cuantos robots en Cádiz por lo que todo hace presagiar que aquí vienen unos más. Afortunadamente el tipo es más de androide que de robot. Son autómatas que, como dicen en su presentación son 'una maravilla de la tecnología. Conmigo se acabó la Thermomix y los cacharros de cocina'. Acierto en el tipo y magníficos los coloretes. Qué poquitos se ven.
Entre otras funciones, estos 'mayordomos personales' trabajan 'sin descansar, no tengo salario ni seguridad social' pero traen 'de serie la función sexual'. Pero no sólo eso, además ellos planchan, friegan, barren, hacen la comida 'y mientras, tú, de compras con todas tus amigas'. Van al supermercado, pasean a tu perrita y dan unos masajes 'que son gloria bendita'. ¿Que te parece poco? Aún hay más. Te llevan 'el desayuno a la cama en la mañana y, como es natural, te unto la tostada'. En este momento, golpe de efecto de la chirigota, tan habitual en ellos y que siempre sorprenden: 'y si las bandejas me dejan las manos llenas: saco el soporte para donuts y así puedo llevarte hasta una docena'.
Son el hombre ideal. ¿Quién no quiere en su casa uno así? Que te hacen 'la compra, te cuido a los niños, me los llevo al cole y los dejo dormidos, te arreglo las mesas, te arreglo las sillas, te arreglo una cita con Iker Casillas'. Si es que, como ellos mismos dicen, son 'el robot perfecto para divorciadas y solteras'.
El primer pasodoble es un claro mensaje que lanzan al ser humano 'que tropieza en la misma piedra en otro camino' y que 'cambia el progreso por la madre tierra y que entierra la sabiduría por ver una guerra'. En este pasodoble ellos quieren dejar claro que 'ese hombre que piensa que un puño vale más que una palabra, ese hombre que mata y luego reza no vale nada' porque 'se encierra en su labor de crear la destrucción de todos sus semejantes y prefiere ver dolor a tener un corazón puro y limpio como antes'. Por eso ellos no quieren ser hombres, 'prefiero esta forma de vida; que tras mis cables de robot siento que tengo un corazón tras esta piel dura y fría'. Buen pasodoble; denuncia desde el tipo.
En el segundo pasodoble dan consejos para encontrar al hombre perfecto, 'ese hombre comprensivo y cariñoso, un buen marido que no busque en ti a su madre o a una criada y que sólo te diga te quiero para ir a la cama' y que entienda que 'las tareas de la casa que son cosas de dos'. Un hombre que 'te entregue con pasión todito su corazón y hasta su mando a distancia'. Ellos dicen que 'buscando al amigo perfecto, al amigo inseparable que para sus hijos será el mejor de los padres' y que 'no se crea superior y siempre te preste atención (...) en realidad no existe' porque, en verdad, 'el príncipe azul a caballo sólo vive en los cuentos' así que 'tendrás que conformarte con este robot tan apuesto'.
En el primer cuplé cuentan la vez que fueron a un chino y vieron que vendían un muñeco igual que él pero de peor calidad. Lo compraron No me hace gracia. En el segundo cuentan que se compraron 'una compañera, un robot-esposa' con la que 'todo al principio funcionaba y cambió la cosa. Es como un virus, todo lo que quiero ella lo cancela' y que, para colmo trae 'un troyano llamado suegra'. Dicen que intentaron desconectarla pero 'la jodía se reiniciaba. Pensé en devolverla, sin garantía estaba'. El cuplé promete pero el final no me convence. Espero mejores cuplés en la final. El estribillo es alegre:
Si vas a regalar un Pepito 2000
tu mujer se pondrá muy feliz.
Tenemos una herramienta
sólo para tu parienta:
incorporamos una vaporeta
debajo de la bragueta
Durante todo el repertorio aparecen como figurantes míticos componentes de esta chirigota como Kike Górriz y Fran Sánchez, entre otros, que con una bata y un plumero van limpiando estos robots como si fueran los empleados de la tienda en la que se venden estos robots.
El popurrí, como todo el repertorio, como a mi me gusta: relacionado con el tipo. Salir de robot es para sacarle partido a una piel de lata, interior de cables y todas las cosas que se te ocurran que le puede pasar a un robot que cuando salgas de piloto de coches de carreras podrás hablar de la velocidad.
Estos robots, como decía antes, son muy distintos a los demás que han salido este año. Han acertado (o han tenido esa suerte, allá cada uno con sus conclusiones) de salirse de lo que se esperaba. Quizá la clave sea la que ellos mismos apuntan: que 'hay robots que se hacen con tecnología espacial pero a mi me diseñaron en la servilleta de un bar'.
Una cuarteta buena la firman con la música del Volare de Doménico Modugno:
Tú me has comprado sólo para trabajar
mientras te pasas todo el día tirada en el sofá.
Te hinchas de ver la tele, de comer Phoskitos
y el culo te va a llegar hasta el infinito.
Pepito, barre por aquí... (que sí, que sí)
Pepito, barre por allá.. (ya va, ya va)
Y a mi mi, de tanto trabajar,
la batería se me agota en un pispás
a ver si encuentro un enchufe
donde poderme recargar...
Muy metidos en el tipo, representan a la perfección a unos robots a los que se les acaba la batería y se quedan quietos y que una vez enchufados tienen que tener cuidado con las subidas de tensión, 'tantos voltios recorriendo nuestro cuerpo pueden provocar que perdamos el control y eso no es lo peor, aquí en mi pantallita aparece la palabra error'.
Entra en el escenario una máquina que le sirve para introducir la siguiente cuarteta:
Yo quiero de novia
una máquina dispensadora
de esas que te dan tabaco,
te dan cerveza y te dan de tó
y yo sé que está un poco gorda
y yo ya sé que parece tonta
y apenas tiene conversación
(su producto, gracias)
Pero si salimos de marcha
es la robot de mi vida
mientras me convide a tó.
Simpático golpe de efecto que da pie a rematar el popurrí de una forma original cuando su dueño cierra el local. Es el momento que ellos aprovechan para coger otros aparatos de la tienda 'y ensayar para el Carnaval' empleando un par de lavadoras, un microondas, una plancha y dos batidoras para llevar el ritmo. El popurrí acaba y esta chirigota se cuela en la Final. Todo un clásico que, sin renunciar a su forma de ser, de sonar, mantiene viva una forma de hacer Carnaval en la que prima más lo que se hace que cómo se canta. Todos los grupos tienen su hueco en este concurso y Gádor lleva a gala el suyo.
2 comentarios:
Soy Edu, de la chirigota de Gádor. Gracias, amigo, por unas críticas que siempre se centran en la constructividad y no en la destructividad, y (cómo no) por aportar los repertorios de los grupos, que nos ayudan a poder ponerlos en el coche y disfrutar más de nuestro carnaval... Por cierto, en la final, los pasodobles y cuplés prometen un poquito más, y volverán a ir acorde al tipo (o al menos, harán referencia a él, por ser contados desde el punto de vista de un Pepito 2000), como a ti te gusta y como nosotros entendemos que debe ser un repertorio de carnaval. Un saludo, J. R. y nos vemos en la calle!
Por cierto, olvidé comentar que la letra del pasodoble "Este mundo" es de Manolo Barrios, así como la música del cuplé (aunque tuvimos que adaptarla un poco, siempre con su consentimiento). El resto de letras son todas de la agrupación... Al césar lo que es del césar... Saludos de nuevo!!
Publicar un comentario