La condená

La comparsa de la música bonita, la que te entra por el oído abre la sesión del domingo. Aquí hay lobas, ‘espadachinas’, sabias, teatreras, callejeras y forajidas conformando una amalgama de actitudes que en definitiva paren una sensación de piratería. Van disfrazadas de Keira Knightley o de Elizabeth Swann, que no me queda clara la cosa, o sea, de piratas del Caribe pero con el noble propósito de rescatar a Almería del cautiverio al que la ha sometido el mar. ‘El mar la secuestró, la hizo cautiva y pronunció el hechizo del mal’ que no es otro que el de cubrir ‘todas tus tierras hasta donde el horizonte se funde con la marea’. Así ‘fue llenando sus paisajes con espuma, plata y sales y arrecifes de coral. Quiso robarle los silencios de la tarde, los colores de su cielo disfrazando de azabache el vergel de mi Almería de riqueza inigualable, quiso hundirla sin piedad’. Vaya tela con el mar. Así que ellas se reúnen para liberarla y, bueno, ya se sabe lo heroínas que son en esta comparsa que siempre están luchando contra algo (La herejía) y liberando a alguien (La guarida).

Así que este año son como Robin Hood de los mares y van ‘buscando bucaneras con la esencia marinera más valiente y más guerrera para poderla rescatar’. Porque sólo al final de la presentación se entiende que las condenás no son ellas sino Almería. Espectacular presentación. Hay unanimidad en esto, cosa extraña en el carnaval. Todo el repertorio lo firman al alimón las ‘hermanas’ Pérez que no son hermanas pero se apellidan igual; Fina Pérez y Elena Pérez. Y los cuplés con música de Carmen María Marín Fernández a la que seguro que ni en el DNI la llaman así.

La falseta de Ainara Mateo que introduce los pasodobles es la que más me gusta de todas las escuchadas este año así que para ella el recién inventado premio ‘púa de oro’. Ea. Respecto a la letra, en el primero nos habla Fina Pérez de amaneceres en otros puertos aunque ella lo escribe más bonito; dice que ‘he visto crecer en otros cielos cada amanecer cada mañana, diferente sol en cada puerto’. Esto es poesía, la verdad. Lástima que se malogre el inicio con lo de siempre, los tópicos pero, cuidado, que la cosa se vuelve a enmendar. Izan su bandera ‘de tibia y calavera y guardo la blanca y roja con mi alma, que es mi vida entera. Porque si me alejo de ti, soy sólo una corsaria a la que le han robado una tierra condená’. Acabamos de escuchar la música del mejor pasodoble del concurso. Preciosa (como todos los que ha cantado este grupo desde que se juntaron). Me sabe a tarde de barcos que vuelven, tranquila y con otro color de sol ya, con el castillo de San Telmo y las piedras. A mi me provoca lo que ninguna comparsa ha conseguido este año con los pasodobles y por eso le doy las gracias.

El siguiente es pasodoble de enjundia. Resumiendo, a favor de la pena de muerte. Tema delicado que discurre por lo que sentimos ante casos como el de Marta del Castillo o Sandra Palo y termina haciendo apología de madre muy aplaudida: ‘lo que se merecen no lo sienten los jueces, lo siente una madre con la vida rota porque nada tiene’ que ‘ella sólo pide enterrar un trozo de sus entrañas que le ha arrebatado otro malnacido más que merece la muerte’. Tema de actualidad y debate perenne no resuelto aún con cuestiones que todos nos hemos planteado alguna vez: ‘si las leyes le otorgan derechos, ¿qué derecho tiene quien murió?’ Muy aplaudido, por cierto.

Cuplés de ida y vuelta, con la suegra de un lado a otro. En el primero dicen que ‘dicen que las mujeres tenemos suerte’ y que por ser mujeres tienen privilegios; tras poner algunos ejemplos encima hay que sumar que luego, ‘a nosotras nos toca siempre la suegra mala’ a la que comparan con las patatas, que ‘sólo son buenas debajo tierra bien enterradas’. En el segundo siguen comparando las cosas que les pasan a ellas y las que les pasan a los hombres y otra vez que aparece la suegra que después del parto ‘viene y te compara y sin rodeos te dice: vaya niño más feo’, que no se parece a su hijo en nada pero si el niño sale guapo ‘ya se parece a su hijo entero’. En fin, que las suegras, como las patatas. Anda que no.

El estribillo parece una poesía de Espronceda:
Rosa de los vientos llévame donde el desierto se une con el mar
si será en oriente si es el poniente, si el sol se pone pues no será
dime donde yace mi Condená,
si será occidente que es el levante donde el sol brilla
mucho más alto y deslumbra más
allí es, mi capitán.

El popurrí confirma que la ‘púa de oro’ que me acabo de inventar es para Ainara Mateo aunque con ayuda de Elena Pérez, que por fin se escuchan sus aportaciones. Magnífico el grupo en conjunto y de manera individual donde la altitud de algunas no hace sombra a nadie (enhorabuena a la dirección) y gracias por la brevedad. Popurrí de apenas 6 minutos. Qué curioso que los grupos que mejor cantan y que al menos te hacen llevadero el calvario del popurrí sean los que los hagan más cortos y al revés; cuanto peor se canta y más insufrible es el tormento, más largo es el popurrí. Toma dos tazas.

Denuncia típica aunque desde el tipo en alguna cuarteta y la típica de defensa a la mujer con guiño a la otra comparsa femenina que se ha presentado al concurso y muchísimos recursos técnicos. ¡Por Dios, cómo me gusta este grupo! que trate de cantar aguien la última cuarteta para saber a qué me refiero. Y así se despide Keira Knightley o Elizabeth Swann, que no me queda clara la cosa. Ya nos enteraremos en la Final. Comparsón, por si no lo he dicho.


FINAL
Regresan ellas con humildad de puertas afuera. A saber lo que dirán en el camerinos y cómo se animarán entre ellas. Todos nos decimos campeones y que somos los mejores antes de cantar pero a algunos les duran las motivaciones incluso encima del escenario y transmiten una prepotencia que los distancia. Esta comparsa no es así conmigo ni cuando le doy la enhorabuena por un premio y se agradece. Se suben, eso sí, como con rabia. Con más rabia que en la fase previa del concurso. La actitud siempre es importante, esas cosas son las que te dan 10 puntos más de una actuación a otra. Eso y el repertorio escogido.

Acierto con los dos pasodobles de esta final. El primero es magnífico y el segundo demagógico pero ambos igual de efectistas y aplaudidos, que es lo que gusta. El primero es un piropo sincero y fiel. Así es Almería y así ve su autora que tendría que ser. Y todo ello a través de estas piratas. Pasodoble de categoría que merece atención especial aquí. El segundo carga contra la Iglesia; estos temas —y más este año con la que se ha montado— son delicados aunque este pasodoble salga relativamente bien del charco en el que se mete. Siempre es de agradecer la valentía de una opinión pero, sobre todo, si viene envuelta en respeto. Una letra con mucha rabia pero no es irrespetuoso, todo hay que decirlo; algo demagógico pero respetuoso.

Los cuplés son de categoría; graciosos aunque poco aplaudidos. En el primero fueron a Torrecárdenas porque 'una noche de juerga me puse mala'. Vaya que si estaban malas. En el segundo hablan de los tres animales de compañía que 'toda mujer desea tener en casa para su vida más cotidiana' y que son ' un visón que no falte en el armario, un jaguar en el parking sin estrenar y un gran tigre… siempre en tu cama'. El problema es que la realidad es muy diferente y se tienen que conformar con lo que en verdad tienen y que es 'conejo del Zara, un panda aparcado y en el sofá tenemos a un cerdo siempre acostado'.

El popurrí es otro derroche. Aunque yo las puse segundas en mi quiniela el jurado, que es el que cuenta, estima que primeras. Enorme éxito para esta comparsa que por primera vez se planta en el Maestro Padilla con un sello 100% femenino. Es la primera vez que en la elaboración de su repertorio no intervienen hombres y supongo que este premio viene a darle la razón a los que apostaron por ello.

Fotografías: José Antonio Peralta

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